En entornos con atmósferas inflamables o explosivas, los trabajos en caliente, como soldadura o corte, representan un riesgo extremo y exigen un protocolo de seguridad implacable.
Antes de iniciar cualquier tarea, es crucial realizar una exhaustiva evaluación
de riesgos y obtener los permisos de trabajo correspondientes.
Esto implica una
medición rigurosa de la concentración de gases o vapores inflamables para
asegurar que se encuentren por debajo de los límites de explosividad, se debe
garantizar una ventilación adecuada, eliminar o aislar cualquier fuente de
material combustible en las cercanías y disponer de equipos de extinción de
incendios apropiados y personal capacitado para su uso inmediato, la
supervisión constante por un observador de incendios es indispensable durante y
después del trabajo, hasta que se haya enfriado completamente la zona.
La seguridad del personal es primordial, exigiendo el
uso de equipo de protección personal especializado, como ropa ignífuga,
protección respiratoria si es necesaria, y pantallas faciales.